¿Les cuento cómo conseguimos nuestro colectivo?. A veces un proyecto se concreta donde uno menos lo espera.
Esta es la historia de nuestro colectivo, nacido en 1981 y vuelto a la vida en 2023. Dicen que los gatos tienen siete vidas. Lo que no se dice es que los colectivos tienen por lo menos cuatro.
Esta historia comenzó en septiembre del 2014 en un viaje a El Maitén.
Imagino que fue un jueves, no recuerdo. Con Franco, mi pareja, no detuvimos en la casa de Federico Diaz. Para él los camiones, las retroexcavadoras, y todos los vehículos gigantes eran su especialidad.
Con Fede nos veíamos bastante seguido, compartíamos trabajo. Era habitual pasar por su casa y nunca faltaba el mate o las charlas sobre mecánica, cuestiones de las que yo no entendía. Ni entiendo mucho todavía aún.
En resumen y para ir directo al grano ¡estábamos justo en frente de un colectivo!.
¿No querías viajar en Motorhome por el mundo?. Este es nuestro primer paso, es el inicio de un nuevo proyecto, me dijo. ¡Aún recuerdo la sensación! No podía salir del asombro.
No podía entender nada, o quizás no podía creer lo que estaba pasando. Tomé algunas fotos que les comparto, porque son parte de esta primera historia.
Cada sueño tiene un camino. A veces no es posible alcanzar lo que soñamos así nada más, hay que convertir esos sueños en proyectos y entonces, al extender la mano se pueden tocar. ¿Cuantas veces hemos leído esto? Millones. Pero cuando nos toca, no es tan fácil como se lee.
Muchos de nuestros primeros años juntos, Franco y yo pasamos largas horas andando en camioneta, hablando de viajes y caminos, la mayor parte del tiempo rumbo a Cushamen y a otras localidades de la Comarca, fue parte de nuestro trabajo, nos dedicábamos a la construcción de casas para la gente rural, algún día les contaré esta hermosa etapa de nuestras vidas.
Bueno, la cuestión es que unas semanas después, el colectivo estaba en nuestro patio y desde ese día hasta hoy han pasado casi nueve años.
Nos costó mucho tiempo resolver muchas cosas, no sólo económicas, sino también afectivas y laborales. Nueve años de espera y parece que por fin llegó el momento de darle una oportunidad a este maravilloso proyecto de construir juntos nuestro propio motorhome.
Jamás abandonen sus proyectos, cada cosa a su tiempo. También hemos leído mucho estas frases.
Pienso que el tiempo es una de las cosas más mágicas de la vida. Es una constante, es casi matemático, el planeta gira y un día se va, da la vuelta al sol y un año se va.
Sin embargo el tiempo no es igual para todos y eso es lo que vuelve especial.
Sin hacer apología a la nostalgia, es así como dimos con nuestro REI 889, recién este año lo transferimos a nuestro nombre y creo que su patente nos estaba diciendo algunas cosas. Podríamos pensar en el Rey de los proyectos o sentir que debemos Reír más y que esa es la clave de todo, o bien centrarnos en los números, ocho, ocho, ¿podrían ser nueve? Con el diario del lunes las señales son tan obvias.
En alguna medida, me siento como un colectivo.
Podría decirse incluso que si fuera uno, me imagino siendo de larga distancia. También tengo historia, he vivido varias vidas y ya ni recuerdo cuántas personas subieron y bajaron en mi camino.
Nací en Buenos Aires en 1976 y vivo en la Patagonia desde el 2007. He recorrido muchos kilómetros para llegar a dónde estoy y mas allá de hablar de mis vidas también he tenido varias muertes.
Han sido varias vidas y algunas muertes, en realidad, pero el plural es inevitable.
Siempre voy detrás de lo que siento, cada tanto muero y aquí estoy,
diría la Sole.
Al igual que este colectivo, aquello para lo que pensé que estaba hecha, mi propósito en este mundo, está cambiando o está recién encontrando el camino, no lo sé.
Mucho de lo que soy y lo que fuí se están transformando de a poco, no estoy cambiando mi esencia pero siento que estoy mutando.
Llevo recorridos al igual que el REI muchos kilómetros de ruta, a veces cansada o sin dormir, bajo los rayos del sol o bajo las peores lluvias. Incluso se me han subido algunos pasajeros que no supieron cuidarme, otros pusieron sus pies sobre mi tapizado y los mas atrevidos dejaron en mi piel grafitis escritos con birome que dicen te amo o xxx ha estado aquí.
Bajo la capa de pintura blanca que ya tengo por fuera, se pueden ver el rojo o el azul y bajo éstas otras se ven aún más colores, bajo las apariencias de un colectivo sano y en buen estado están las verdades, el óxido, el paso del tiempo, los agujeros y el desgaste.
Transformar un colectivo en motorhome no es tarea sencilla, requiere tiempo, habilidad, ayuda, trabajo en equipo, amor y paciencia. Esto aplica para todo, aplica para mí, para nosotros.
Deseo que podamos crecer, mutar, evolucionar y quizás podamos aprender algo de este viejo colectivo.
Transformarse, no es tarea sencilla, hay que empezar desde adentro, desde el alma, desde los huesos.
Vamos a construir nuestro motorhome, porque queremos recorrer nuevos caminos de nuevas formas.
Encontrarnos en el camino nos hizo amarnos y así queremos seguir.
Quien dice cuando este colectivo esté transformado, también nos transforme a nosotros, a mi a vos y a ustedes.
Nos abrazo en este recorrido y bienvenidos a nuestro proyecto
Carla