Los primeros viajes en motorhome

El Renegado es el nombre que elegimos (por fin) para nuestro motorhome en construcción. La elección de «El Renegado» no fue al azar. Este nombre simboliza la libertad, la independencia y su espíritu indomable. Nuestro motorhome ha sido protagonista de innumerables dificultades, cada una de ellas marcadas por el trabajo arduo que estamos haciendo para ponerlo en condiciones. Como un verdadero renegado este colectivo ha sido un desafío constante. La mecánica, el diseño, la construcción, la camperización y el proyecto nos llevan dedicación y esfuerzo. Sin embargo, cada obstáculo superado ha reforzado nuestro vínculo con este vehículo único.

Al igual que su nombre indica, «El Renegado» es un espíritu libre, o mejor dicho hace lo que quiere. Su naturaleza rebelde nos inspira a seguir adelante, a no conformarnos y a buscar siempre hacer lo mejor posible.No solo es solo un motorhome; es el símbolo de nuestra aventura y un recordatorio de que, a veces, soñar en grande puede llevarnos a los destinos más maravillosos.

Nuestro colectivo de ensueños todavía no está listo para salir a la ruta y rodar por paisajes lejanos. Sin embargo, hemos emprendido un par de viajes que, aunque cortos y aparentemente triviales, han dejado una huella profunda en mi corazón. En este artículo, quiero compartir con ustedes esas experiencias porque han sido verdaderos viajes del alma.

El primer viaje de El Renegado – Un viaje a la infancia

El primer viaje que quiero relatar es el que hice al pintar las paredes del interior de El Renegado. ¿Alguna vez has experimentado esa sensación de ser transportados a un momento del pasado, simplemente por un aroma, un sonido o un color? Para mí, eso sucedió exactamente cuando comencé a pintar las paredes del dormitorio de color celeste.

Elegimos tres colores para el interior. Azul en el sector del comedor, violeta en las paredes de las camas cucheta y celeste para el interior del dormitorio. Jamás imaginé que esa decisión me llevaría a un viaje de regreso a mi niñez.

Creo que para muchos de nosotros la infancia suele ser un período lleno de recuerdos entrañables y de momentos que se instalan en nuestra memoria sin siquiera darnos cuenta.

En mi caso, el color celeste y las paredes de machimbre me transportaron de inmediato a las paredes de la salita de cuatro de mi jardín de infantes. Un lugar que guardaba en lo profundo de mi corazón pero que había olvidado por completo. Igual que en la película Ratatouille, este color tuvo el poder de despertar en mí una ola de nostalgia y emociones.

Pintando de celeste
Pintando el interior

Elegimos ese tono de celeste porque me parecía fresco y acogedor, ideal para crear un ambiente relajante a la hora de dormir. Sin embargo, a medida que iba aplicando la pintura, algo comenzó a suceder dentro de mí y los recuerdos empezaron a aflorar.

Comencé a revivir con total nitidez las paredes del aula que tanto amaba, con sus tonos celestes que parecían reflejar el cielo. Recordé también los dibujos y los trabajos que colgaban orgullosos en esas paredes, los juguetes de madera por el suelo, y el olor a plastilina y crayones que impregnaba el ambiente. Me vi sentada en mi sillita de madera merendando en mi taza de plástico y sentí cómo los recuerdos subían como ravioles en la olla dentro de mi mente.

Completamente emocionada me detuve a disfrutar de este viaje y entendí que existía una conexión muy profunda entre el motorhome y mi niñez. El Jardín fue para mí un refugio y mi mundo en miniatura durante la niñez. El Renegado se está transformando en mi pequeño universo en la adultez.

Sueño con la libertad de viajar y descubrir nuevas cosas. Al mismo tiempo siento la comodidad y la familiaridad de un hogar. Con este tono de celeste en el machimbre, puedo sentir cómo esa conexión con los sueños se ha fortalecido aún más.

Pintando el motorhome
Interior de El Renegado

La importancia de los recuerdos y la nostalgia

Los trabajos de pintura ya casi están terminados. Tenemos que reparar algunas cosas en el techo (eso también me recuerda al Jardín) y resolver una pequeña filtración en una ventana.

No obstante, pintar me ha hecho reflexionar sobre la importancia de los recuerdos y la nostalgia en nuestras vidas. A menudo, pensamos que el pasado es algo que debe quedar atrás, algo que debemos dejar ir para poder avanzar. Sin embargo, creo que nuestros recuerdos, especialmente aquellos de la infancia, tienen un poder transformador extraordinario.

Esos momentos que atesoramos con tanto cariño en nuestro corazón son los que nos dan la oportunidad de conectarnos con nuestro yo más auténtico, de recordar quiénes somos y de dónde venimos. Y cuando tenemos la suerte de evocarlos, como me ha sucedido con este proyecto de pintura, podemos encontrar una fuente de inspiración y de crecimiento personal.

Descubriendo además que no hemos olvidado cosas sino que las guardamos en lugares profundos y que requieren de un despertador.

En sala celeste
Salita Celeste

A veces los pequeños detalles pueden tener un impacto profundo en nuestras vidas. Por eso, creo que es importante abrazar algunos recuerdos e incluso la nostalgia, y permitir que esos momentos del pasado nos inspiren y nos guíen en el presente. Porque, al final del día, somos la suma de nuestras experiencias, y nuestros recuerdos más preciados son los que nos ayudan a mantenernos conectados con nuestra esencia más profunda.

Cada golpe de pincel es un recordatorio de que, aunque el tiempo avanza y las responsabilidades crecen, hay una niña dentro de mí que aún anhela explorar, descubrir, viajar y soñar.

Mientras pinto no puedo dejar de proyectar todos los futuros viajes que haremos, las historias que contaremos y los recuerdos que crearemos en este hogar sobre ruedas.

Segundo viaje del motorhome – El viaje al electricista

El segundo viaje, aunque breve, fue igualmente significativo. Se trató del trayecto de apenas 3 kilómetros hasta el taller del electricista, donde se instalaron las luces reglamentarias. La distancia física fue mínima, pero para nosotros, cada metro recorrido desde casa hasta Radal fué un paso más hacia la realización de nuestro sueño.

Fuimos Franco y Simón en el motorhome y yo los seguí desde atrás con la camioneta. Al verlo sentado al volante y poner en marcha el motor, sentí una mezcla de emoción y nerviosismo.

El primer obstáculo que tuvimos fue el portón. Cuando lo hicimos no contemplamos un colectivo, así pasa medio justito. Sobre todo sin espejos para poder maniobrar mejor.

Sacarlo del patio fue un momento de transición, un pequeño hito dentro de este proyecto que comenzó como una idea abstracta y que ahora estaba tomando forma. Cada bache en el camino, cada giro en la ruta, cruzar el puente, el tránsito, todo fue parte de este nuevo capítulo. Mientras conducía la camioneta y lo veía en la calle no podía creer lo que estaba pasando. El Renegado: un símbolo de libertad, de búsqueda y de la promesa de aventuras por venir estaba rumbo a su primer destino.

Electrcidad para El Motorhome
Cableado y Electricidad

Cuando llegamos al taller y lo dejamos estacionado ahí a sabiendas de que en un mes estaría de vuelta, con las ópticas cambiadas, las luces de los costados, el tablero iluminado, la luz de giro, el limpiaparabrisas y todo lo que se requiere para circular por la calle, sentí un enorme orgullo por nosotros y una admiración al trabajo y a la dedicación que hemos puesto sobre nuestro motorhome.

Viajes que importan

Aunque estos viajes no son los grandes relatos de travesías por tierras desconocidas, son igualmente significativos para nosotros. En un mundo que a menudo valora lo grandioso y lo espectacular, a veces olvidamos que los momentos más pequeños pueden ser los más impactantes. En mi experiencia, estos dos momentos han sido una oportunidad para conectar con mis emociones, reflexionar sobre mis sueños y apreciar el proceso de creación y de construcción.

Cada paso que damos es un recordatorio de que el viaje es tan importante como el destino. Nos faltan muchas cosas por completar pero en cada tarea, en cada decisión, hay un profundo sentimiento de amor por lo que está por venir.

Volviendo a casa
Volviendo a casa con las luces funcionando

El motorhome y la ruta

El Renegado aún no está listo (si está mucho más cerca de estarlo) pero ya ha tenido sus primeros viajes y ha enriquecido nuestras vidas de maneras que no esperábamos. Si bien aún queda trabajo por hacer, estoy agradecida por cada experiencia que hemos vivido hasta ahora. Los viajes, ya sean físicos o emocionales, son una oportunidad para crecer, aprender y, sobre todo, recordar que la aventura comienza en el momento en que nos atrevemos a soñar.

Así que, para aquellos que buscan inspiración los animo a que se detengan a apreciar los pequeños momentos que, aunque parezcan insignificantes, pueden ser las semillas de las grandes historias que todavía están por escribirse. Porque, al final del día, la verdadera aventura está en el viaje, en el camino que recorremos y en las conexiones que logramos establecer entre nuestro pasado y nuestro presente.

El Renegado está en camino, y los mejores viajes en motorhome están por venir. Que rodar por los caminos y andar por la ruta nos lleve a nuevos horizontes y que podamos disfrutar de la libertad que tanto anhelamos.

Compartí

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Navegá por Etiquetas

Relacionados

Mis Laberintos

El laberinto de mis pasiones.

Cuando era chica amaba dibujar. Lo dibujaba todo, bajo la mesa, en papelitos, en cuadernos, en todos lados. Era una

Scroll al inicio